28.8.07

CRÓNICAS DEL OCHOYMEDIO 37 – VERANO PARA RATO


Esta crónica tiene que salir. Sí o sí. La vida no puede detenerse y el vacío existencial que atenaza y estrangula nuestras entrañas no debe transformarse en apatía y desidia. Agosto toca a su fin. Atrás quedaron las vacaciones y las verbenas. La Colbyco se vuelve a repoblar de seres indeseables. La rebeca se va afianzando en nuestros hombros. Pero a pesar de todo esto, no debemos sucumbir a la tristeza y la desesperación. No a la depresión post-vacacional. Combátela como sea. Lucha con todas tus fuerzas. No escatimes en recursos. Apúntate a spinning, a ruso, a judo, a arte dramático, al casting de Supermodelo 2007. Y hazlo ya.


En capítulos anteriores, el grueso del club iniciaba sus viajes estivales tras una multitudinaria cena de despedida que dio el pistoletazo de salida a las diversas expediciones veraniegas. La cena contó con la presencia estelar de la Grecotarzana recién llegada de la azotada Atenas para escapar por unos días de tanta boda helénica.


La primera expedición, formada por Cleo Bowles, La Tarzana Vizcaína, el Mariscal y La Carrington, ponía rumbo al círculo polar ártico el mismísimo día de San Fermín, fecha en que la Killer Neomamma Lechacita traía al mundo a su tercera matrioskita. Su periplo de quince días les llevó por varios estados bálticos comunitarios y extracomunitarios, les obligó a un continuo cambio de divisa, les descubrió las delicias de la gastronomía báltica, les proporcionó un master en cervezas, les permitió codearse con la diplomacia más reaccionaria, les sometió a un estricto régimen penitenciario en trenes nocturnos, les empujó a remojarse en aguas septentrionales, les provocó algún incidente con la policía rusa e incluso les llevó hasta Copenhague para saludar a la Killer Neomamma Dimarquesa, a puntito de dar a luz a su segundo churumbel, de nombre Pablo.


Pero sin duda, el llamado periplo báltico tuvo su cenit cuando se unió a la expedición The Dildo Queen en la jugendstil Riga. Se unía al grupo agotada de enamorarse de rubios efebos en una capital escandinava y consiguió mantener a todos en vilo con su didáctica explicación de técnicas amatorias conducentes al orgasmo, como el famoso Triángulo de Berni, ya sabéis manos y lengua en los tres puntos clave de la anatomía femenina y quince vueltas para un lado, quince vueltas para el otro. Ni diez ni veinte: quince. My dear, no nos explicamos cómo no tienes ya tu propio show en alguna TV por cable británica: eres la nueva Oprah, tu sabiduría y desparpajo no encuentran parangón en el hemisferio occidental y pese a la distancia, nos ratificamos como fieles seguidores tuyos.


La segunda expedición multitudinaria partía una vez más y para no perder la costumbre, rumbo al sur, a las playas gaditanas, a los arenales del estrecho, a las costas de la frontera, ay calaíto, pa ti, ay calaíto pa ti. Retorno al mundo del cazón en adobo y el choco, del tinto de verano y el mojito, del pareo y la chancla, de la sombrilla y la mochila-nevera (cortesía de Heineken), del porche y el turno de duchas, del bronceador y el after sun, del porro y más porro. Por primera vez en muchos años sin la presencia de Fati Glamour y su troupe, y sin los Liu-Ataturk, a los que se echó infinito de menos, pero con la estancia de muchos otros miembros del club. Incluyendo a 3 supervivientes del Báltico: Cleo, esta vez sí con su Jazzman enchufado a la chepa, Mariscal y La Carrington, quienes rápidamente organizaron una fiesta rusa con vodka, arenques y caviar.


Otro año más, las aguas del Estrecho han unido a Tikismikis y Wundermitas en perfecta armonía, y aunque este año no ha habido gymkana asesina, sí muchas risas y una estupenda cena moruna en ese pueblo encalado de cuento llamado Vejer. Ahora que hablamos del universo Wundermita, y con un sentido recuerdo hacia los que están en estos momentos haciendo las américas y jugándose el himen en Las Vegas, anunciamos que en breve habrá un post en el que se presentará uno a uno a los principales integrantes de este colectivo, en plena diáspora profesional, pero con un fuerte vínculo emocional que los mantiene como un todo, como una entidad de muchas cabezas y brazos.


Y con los ojos empañados de lágrimas y la maleta llena de arena de playa, vuelta a la capital tras este homenaje a la holgazanería y a la buena vida. Para rendir otro sentido homenaje como es debido a lo santos más castizos del calendario: San Cayetano, San Lorenzo y La Paloma. Tras una semana de aclimatación y rodaje, el club se lanzó a las calles para festejar las fiestas patronales. Noche tras noche.
Mini tras mini. Resacón tras resacón. Pachanga tras pachanga. Dándolo todo en cada actuación. Comprobando el buen hacer de las orquestas veraniegas. Y aprendiéndose al dedillo las estrofas más coreadas en aquellos días, ni una sola palabra, ni un gesto, ni miradas apasionadas, ni resto de los besos que antes me dabas hasta el amanecer, eh, eh, eh. Y volviendo a casa con preguntas sin respuesta como por qué este año la verbena ha estado tan tan tan tan tan marica… ¿serán todavía los efectos del Europride? ¿Habrá una extraña pandemia en la villa y corte que obliga a la gente a cruzarse de acera a la primera de cambio? Iker Jiménez: te necesitamos para esclarecer este caso.


Punto álgido de las fiestas fue la limoná ofrecida por La Carrington en honor de San Lorenzo. Litros y litros de la bebida verbenera por excelencia corrieron en una tarde que pocos quisieron perderse, en la que los balcones engalanados por Kakatua y Le Petit Maistre para la ocasión acogieron legiones de pías y devotas celebridades con peineta y mantilla que se santiguaron al paso de la procesión y estallaron en un jubiloso Viva San Lorenzo animadas por los silenciosos y nefastos efectos de la limonada. Entre otros muchos, asistieron el Rubio Vikingo y Gauchita (me quedo transpuesta como una ninfa mitológica), la Seka, (me voy ya a casa, ¿por dónde?), Aguirre Junior (rebautizado como Beso Loco tras su euforia besuqueadora desplegada en estas fiestas de guardar), Gon Leisure (en su habitual papel de tengo la lengua más viperina en 100 kilómetros a la redonda), Roooo (aún con efectos visibles de su viaje a Thailandia) e incluso Farala (consumado y admirado blogger que a pesar de la diferencia generacional entabló rápidamente magníficas relaciones con el club y al que quién sabe si veremos en otros saraos por venir o si por el contrario huirá de postrera invitaciones horrorizado aún por la verborrea e hiperactividad del club).


Bomba latina. Onda chamana. Desfase chulapo. Horror castizo. Desvarío goyesco. Así son las fiestas patronales y así hay que capearlas. A base de muchas analgilasas y muchas voluntad. Pero el verano ha dado mucho más de sí: muchas horas de canasta y parchís en la piscina Gayplutense, muchas cenas veraniegas una noche aquí, otra allí, con bien de margaritas y hasta con la Marquesa de Alvalade, y mucho amor. Mucho mucho amor. Ay, el amor. Cuando llega así de esta manera, uno no se da ni cuenta, quererse no tiene horarios, ni fecha en el calendario.


Y si no que se lo pregunten a Beverly, la otrora soltera de oro, que hoy se pavonea calle Toledo arriba, calle Segovia abajo firmemente agarrada por la cintura por el galanzote que se ha echado de partenair, pasando del polvo de ficción al polvo real en un tiempo record.

También SuperRibeiro, también conocida como Arrozmariscu desde que comparte su felicidad en forma de copiosas y deliciosas cenas lusitanas, está protagonizando un romance en toda regla que la tiene desde hace un tiempo pendiente de las conexiones aéreas con Lisboa. Ya lo dice Mariza, há palvras que nos beijan y una de ellas es, hoy por hoy, arrozmariscu. Con bien de cilantro.


Y el bombazo del verano, bomba latina, onda chamana, carne de cañón para el couché, no han sido otros que La Niña Probeta y Bambolo, poniendo a prueba los intrincados vericuetos relacionales del tejido social y haciendo suyo uno de los temas más apasionados del discazo con que Miranda! nos ha alegrado este verano: que el amor a primera vista no funciona en mí, que después de amarte comprendí que no estaría tan mal probar tu otra mitad…


Historias apasionadas que habrá que seguir con atención, y que abundan en la idea de que los caminos de Eros y Afrodita son insondables. Y en la corriente sofista de pensamiento clásico que proclama que lo que no te das te lo quitas.


En la sección de breves, cómo no destacar la marcha de la Dama de Elche, también conocida como Barbilla Partida, a tierras aztecas a cuidar de sus achaques estomacales a nuestra estrella televisiva Tunafish.


Y el viaje de Tweety a Alaska para recoger los patitos de goma que un cargueró derramó en las aguas de la isla de Sitka y para constatar los tópicos sobre la climatología de ese rincón del mundo.


O la breve y reciente visita a Madrid de la Abogada de la Commonwealth, sin Mr Tatoo por problemas burocráticos, pero con muchas ganas de poner por fin un pie en el clubdelochoymedio.


Y para ir finiquitando esta crónica, hete aquí una humilde reflexión abrigada en el momento de ir a tirar a la basura unas simples chanclas. Unas trabajadas y desgastadas havaianas que te han acompañado durante varios veranos por playas y chiringuitos, por aceras ardientes y piscinas refrescantes, por verbenas de verano y aeropuertos impersonales. En ese momento te das cuenta del valor sentimental que damos a determinados objetos o prendas de bajo valor pecuniario. Sí, muchas veces se tiene más apego a esa chorrada mangada en el SEPU de Gran Vía que a determinados bienes adquiridos en Sothebys tras una dura pugna con un millonario turcochipriota (algo así creo que le pasa a Tita Thyssen sólo que ella siempre fue más de Simago). Porque ese objeto o prenda simboliza mucho más y esta cargado de historia. La chancla no sólo huele a goma y a mugre urbana, huele a verano y a diversión, a risas y mojitos.


Aferrémonos a la chancla y al pareo con fuerza. El verano no ha acabado. No podemos echarlo aún a la basura. Nos quedan muchas noches de estío por delante y con un poco de tesón desterraremos la depresión post-vacacional y el tránsito hacia el otoño será de todo menos amargo. Así que bailemos el bimbó, bimbó, bimbó, que está causando sensación…