¡¡Nadie podía anticipar un mes de junio tan movido y tan lleno de noticiones!! La familia crece y la contribuyente a la lucha contra el envejecimiento natural de la población ha sido esta vez Neomamma 3 (con la eficaz ayuda del Caballero de la Mano en el Pecho) que el pasado sábado 25 trajo al mundo a una maravillosa criatura muy salada que provocará un nuevo derrame colectivo de babas.
Y ahí no acaba todo, pues Fati Glamour acaba de lanzar su próximo hit, “De este año no pasa que vuelva a ser mamá”, que ya se ha colocado en el número uno del Billboard y del Top of the pops, y que ya se puede encontrar en cualquier manta que se precie.
El club se congratula de tan gratas nuevas, pues la llegada de estas neonatas criaturas no hace sino vislumbrar una nutrida segunda generación de miembros a lo que desde ya hay que empezar a adoctrinar para que sean tan majos, tan simpáticos, tan resueltos y tan divertidos como sus mayores.
Por lo demás, la vorágine social nos arrastra hacia lo insondable: así podría empezar un ensayo sobre la situación actual de los mass media, o también podría ser el titular de una crítica literaria del Babelia. Pero hete aquí que no, que es el resumen de la actividad del club en estos días de solsticio de verano, en los que las noches son muy cortas pero se aprovechan de maravilla.
Junio se nos va habiendo sido uno de los junios más calurosos de las últimas décadas. Pero el club, lejos de sufrir un golpe de calor, no ha parado de salir, berrear y de hacer la mamarracha en las más diferentes situaciones y por lo motivos más diversos. Un escándalo tras otro que darían para escribir dos o tres Quijotes y no un humilde blog (qué fea es la palabra humilde, ¿no?).
Nos habíamos quedado en el segundo fin de semana de junio, que arrancaba con el cumpleaños de La Seca, con una frenética búsqueda de terraza chuequera para festejar la onomástica, y aunque no hubo suerte dado el perreo continuo que hay en estas lindes y la alta concentración de locaza a la sopa boba ocupando silla, esto no desanimó a la comitiva integrada por Saint Mathew en pleno, a los que luego se unieron Electroscotch, Marco Polo o Kakatua entre otros. Tapas, cervezas y hasta Drag show para empezar bien el finde.
Finde que continuó con la romería a la Ermita de San Antonio de La Florida el viernes noche. En esta ocasión las modistillas fueron Miss Bijoux, Cleo Bowles, Bambolo, Tunafish y La Carrington, con pañoleta chulapa ad hoc y dispuestas a hundir la mano en la cubeta de los alfileres hasta el fondo. Lo que no sabían es que la cubeta iban a tener que buscarla en un laberinto de cristal con megatron incluido. Fuertes emociones que continuaron en el Tren de la Bruja Piruja, una atracción que te puede dejar marcado de por vida y si necesidad de montar en ella. Por eso salieron corriendo al encuentro del resto del club, que hallábase como tantas otras veces en Demodé cantando ese clásico popular que dice algo así como “Mira esa moderna, mira esa moderna”.
Contra todo pronóstico el clubdelcohoymedio no recibió la consabida visita de todos los viernes, por diversas deserciones en cadena, algunas de ellas motivadas por el IX Encuentro Anual de la Promoción 91-96 del prestigioso, elitista y carísimo Eton Collegue en el que se licenciaron Cum Laude algunos de los protagonistas habituales de esta crónica, y que tuvo lugar el sábado siguiente. Ataturk, Cleo, Fati Glamour, Dalton Mayor, Neomamma 2, El Rubio Vikingo y La Carrington desempolvaron sus uniformes, sus birretes y sus bandas para acudir al entrañable almuerzo, rememorar los días de pocha y pincho de tortilla, y comprobar los milagros que obra la cirugía estética en unos y el mal envejecer que tienen otros (por supuesto ningún miembro del club entra en esta última categoría).
La comida llevó al café, el café al puro, el puro al licor, el licor al copazo y el destino llevó a los supervivientes de tan magno evento hasta el oasis particular del Rubio Vikingo, ya en petit comité, y con las adhesiones postreras de Tunafish, Mariscal, Kakatua (rememorando antiguas conquistas tecnohippies), Marisol Liu, La Niña Probeta y La Gauchita. Los mojitos obraron su efecto, y el club se adentró en el remolino de Cronos para retrotraerse a la adolescencia y hacer lo que hacía diez años atrás: el hooligan con B.S.O. de Parchís. Este arrollador viaje temporal, se cebó especialmente en Neomamma 3 y en Cleo Bowles, que se metieron de lleno en su papel de sacerdotisas de la farra y el desmadre, y entretuvieron a la concurrencia con un show más cercano al Grand Prix que a una reunión de treintañeros.
El inesperado pero reconfortante fin de fiesta, causó de nuevo deserciones, esta vez en la excursión dominical campestre organizada por el clubdelochoymedio a un idílico paraje sito en la carretera de Toledo. La renuncia de Electroscotch, La Niña Probeta, La Bowles o La Carrington, no echó para atrás sin embargo a Kakatua y a Tweety, que cogieron las cangrejeras, el Relec y la canasta de mimbre, y allí se plantaron dispuestas a que la Diosa Olvido y sus secuaces les deleitasen con los hits electropops del verano. Un domingo con todos los ingredientes para ser recordado por largo tiempo, si bien Tweety no había contado con la presencia de la tribu de los chunda chunda entre la concurrencia, lo que le hizo replantearse su condición y decidir que prefería el tradicional domingo de suplemento dominical y siesta.
Premio Duracell por tanto para Kakatua (para variar, no le caben más en la vitrina), que en su nuevo papel de náufrago mesetario, entonó el Sálvame hasta que una navette con chulazo incluido (ven nadando a mííííí) le rescató y le devolvió a la tierra firme.
Asín es la vida, como un flash eléctrico que te puede matar a la primera de cambio, lo que nos lleva a no desperdiciar ni un solo momento de nuestro tiempo y aprovechar al máximo todas las propuestas lúdico-festivas que se nos presentan.
Como una amena y deliciosa cena en La Latina el jueves siguiente con La Niña Probeta, Mariscal, Tweety, Electroscotch y La Carrington como comensales privilegiados, o una velada nocturna de alto contenido político en la majestuosa terraza de Saint Mathew la noche siguiente, con Tunafish, Marco Polo y hasta un invitado anónimo gay resultante del frustrado intento de organizar una blind gay dinner.
Por no hablar del intenso programa de actividades extra-escolares que protagonizó el club el sábado 18, que incluía paella a una temperatura ambiente de 48º, batucada masiva por las calles de la ciudad, avituallamiento a base de caipirinhas en Lolita, y cena final en la residencia de los Smith-Liu con la presencia de una buena parte del club, siempre dispuesto a dejarse agasajar por la hospitalidad oriental que se despacha en esa parte del uptown madrileño.
Y de oca en oca, y tiro porque me toca. El domingo el agasajo corría a cuenta del Rubio Vikingo, que celebró su cumpleaños en su oasis urbanita, rodeado de la beauty que sobrevivió al weekend, con La Guachita siempre a su lado, y otros personajes del couché como Beverly, Neomamma 3 y familia, La Groove Armada, Miss Bijoux y Su Elfo, Bambolo recién llegado de su enésimo paseo por la Rive Gauche o Dalton Menor y Gazelle. Por cierto, que esta última manifestó su descontentó por no aparecer en la crónica: Mon amour no temas, que tu mutación de estado civil te augura dilatado espacio en la crónica rosa por unos cuantos meses. Aunque no pises el suelo del clubdelochoymedio.
Ante fines de semana así de cargados, a quién le gusta que llegue el lunes. A La Carrington y a Kakatua res de res. Así que emulando a Peter Pan en todos los aspectos, se colaron por lo balcones de una vivienda en la que tenía lugar un fiestón Erasmus. Lo que es no tener un poco de cordura en la vida y no saber escaparse de esos flashes mortales a tiempo… La Niña Probeta se tuvo que emplear a fondo la mañana siguiente para que ambas pajarracas se llevasen la madalena a la boca antes de ir a sus respectivos despachos.
Un lunes así no podía sino anticipar otra nueva semana multidisciplinar con hogueras de San Juan, exposiciones, funciones de teatro, paseos con Neomamma 1 y su retoño, y un sinfín de actividades varias que han hecho que el ansiado viernes llegase mucho antes. No obstante, hay que empezar a preocuparse por las reiteradas ausencias del club a su templo natural, ya que sólo Tunafish y Kakatua ejercieron de abanderados en la obligada cita. Y sólo ellos pudieron disfrutar del picassiano show que dentro se gestaba: el concierto aniversario de Peor Imposible, con Rossy de Palma al frente. Movida mallorquina fina como la sobrasada. El caso es que a pesar de todo ninguno de los dos permaneció hasta cierre, y que es lo que tienen los encuentros en la tercera fase, que hacen cambiar el rumbo de una noche. Pero eso es otra historia que ahora mismo no procede.
Por tanto nos vamos corriendo al sábado: birds flying high, sun in the sky, focos, telón, calentadores, nervios, últimos calentamientos, un escenario… y sobre éste, Alexis Carrington feeling so fucking good y demostrando al mundo mundial el fruto de tantos meses de pliés, relevés, pas de burrés y de tantos sacrificios y ausencias en el ochoymedio. Mariscal arrastró hasta el Covent Garden de Quintana a Tweety, Electroscotch, Tunafish y Kakatua, que prismáticos en mano asistieron impávidos a las progresiones sobre las tablas de La Carrington, si bien a alguna pájara se le fue también un poco el ojo hacia los hercúleos y apolíneos bailarines que llenaban el recinto. Kakatua, sweetheart, como nos gusta el mueve mueve.
Tras relegar para siempre en el olvido el nombre de Leroy Johnson, La Carrington & Co. se marcaron bien la raya del ojo para acudir a la fiesta de la parisina con más duende de toda la Ìle de France. La Groove Armada llegaba por fin a los 30, y para celebrarlo fiesta flamenca con catering de lux, y cerveza a go go. El after show en Ohm provocó en algunos incautos el habitual despertar dominical al grito de “me quiero morir”, como le ocurrió al Mariscal, que en cuanto vence la racionalidad kantiana, lo da todo, todo, todo.
Con esto y todo, fueron pocas las ausencias reseñables en la despedida del penthouse de los Liu-Ataturk que tuvo lugar el pasado domingo, pues excepto la Niña Probeta que migró a Polonia con La Tarzana para visitar a Vigor Mortis, Kakatua y Beverly que hicieron que su psicoanalista les recibiese en domingo dado su calamitoso estado general, las Neomammas y algún que otro más, el resto del club y allegados se enfundaron en sus trikinis demostrando el éxito de la Operación “Quiero la Cintura de Kate Moss” para darse el último chapuzón en la piscina de más altura de toda la city.
La exitosa reunión no impidió que en muchos quedase un amargo sabor de boca ante la definitiva despedida de ese reducto de placer que tantos y tantos momentos de jarana y desmesura ha proporcionado al club, que ha sido testigo de tantas barbacoas y que ha servido de residencia no sólo a los Liu-Ataturk, sino también a Marco Polo, a Electroscotch, a The Dildo Queen e incluso a Femme Fatale. Quede en nuestro baúl de los recuerdos grabado para siempre Padre Damián 43 – Apto 103.
Para terminar, hay que recordar que hoy es día del Orgullo Gay, y aunque a estas alturas es un poco triste y anacrónico celebrar una cosa como ésta, no se debe pasar por alto que todavía hay gente que cree saber lo que es bueno y es malo para la sociedad, que se cree con la capacidad de decidir a quién se debe amar y a quién no, que cree que hay gente que tiene más capacidad que otra para dar amor a un niño, que cree en la terapia redentora y hasta en el electroshock como cura a los sentimientos. Que incluso cree que es más pecaminoso y bochornoso utilizar el culo libremente que dejar morir de hambre a 1.000 niños todos los días. Por todo ello, no está del todo mal sacar a relucir de vez en cuando, más que el Orgullo Gay, el Orgullo de ser por encima de todo, personas libres, inteligentes y con sentido común.
Así que felicidades a todos los lectores de esta crónica por ser como sois. Desde la Colbyco no podemos sino mostrar nuestro Orgullo por todas y todos vosotros, independientemente de con quién compartáis cama.
P.S. Felicidades también a todos los gallegos y gallegas por colocar las cosas en su sitio y los dinosaurios en los museos.
28.6.05
15.6.05
CRÓNICAS DEL OCHOYMEDIO 19 – ¿A ESTAS RATAS QUIÉN LAS MATA?
El sorprendente y fulgurante anuncio de boda de Ataturk Smith y Marisol Liu, además de henchir de gozo los corazones del clubdelochoymedio y allegados, provocó un efecto dominó en lo que a acontecimientos de índole social se refiere, pues desde entonces los eventos varios se han sucedido a un ritmo trepidante que ha acarreado más de un colapso nervioso, más de una lumbalgia y hasta incluso algún trastorno de personalidad.
Nada que no se pueda superar con un mojito en una mano y unas buenas hawaianas en los pies (tras una buena pedicura), dos de los elementos fundamentales para afrontar las altas temperaturas in a good mood.
La noche siguiente al anuncio del enlace nipo-mormón el club volvió a reunirse para celebrar con el Rubio Vikingo el Aniversario del Lolita. Beverly, Kakatua, La Niña Probeta, Tweety, el Mariscal y La Carrington calzaron taconazo y modelazo para lucir palmito en una de las mayores reservas espirituales del voto de centro-derecha. Voto que se empinó aún más si cabe hacia el centro derecha tras la aparición en ropa de colegiala de la siempre recatada Gauchita, cuyos lametazos a la piruleta crearon en más de uno una extraña envidia hacia el Rubio Vikingo.
El viernes trajo la deserción de una buena parte del club, si bien esta circunstancia no desanimó a algunos de los miembros más fervientes defensores del Friday Night, como Electroscotch y Kakatua, que acabaron secuestrando y arrastrando a Cleo Bowles hasta el mundo del clubbing. Porque hay gente incondicional de la noche, pero es que también hay gente con muy muy poca fuerza de voluntad, eh Cleo??
Y eso que había que prepararse para el sábado y la gran fiesta sorpresa en honor de Le Petit Maistre. Miss Bijoux y Su Elfo, con esa fuerza creadora que les caracteriza se marcaron un tanto jugando a científicos clonadores de seres humanos. La fiesta, además de sorpresa, fue todo un must de la temporada pre-veraniega. La exhuberancia de la flora del ático, la internacionalidad del piscolabis, la heterogeneidad de la concurrencia, y los grados del alcohol formaron un perfecto puzzle que sirvió para demostrar la facilidad del club y su entorno para convertir cualquier ocasión en un auténtico fiestón. Y todo esto mientras Grecia, país que va a dar mucho que hablar en las próximas crónicas, ya veréis, se alzaba con el triunfo en Eurovisión, lo cuál no podía sino ser una señal del más allá.
El “no me lo puedo perder” se impuso, y excepto extrañas ausencias, todo el club se plantó la careta para cantar Cumpleaños Feliz al recién llegado, cuya compañera sentimental cada vez cuenta con más adeptos dado su irresistible charm tan poco frecuente en estos días. Vamos, que parece que nació para desayunar todos los días en Tiffanys.
También hubo post-fiesta, esta vez en El Sol, tras constatar que las hawaianas están reservadas sólo a unos pocos, entre los que no se encuentran los balcánicos porteros de templos de la chonez erasmus como el Palacio de Gaviria o Joy Eslava.
Los pasos de ecuador semanal han comenzado a ser de obligado cumplimiento con la llegada del buen tiempo, pues a un miembro del club que se precie no se le ocurre encerrarse en casa de lunes a viernes tras la jornada laboral, en lugar de pajarear alegremente por las noches capitalinas. Y si además se trata de un MUST en caja alta, cualquier otro plan debe quedar relegado rápidamente. Así ocurrió con el concierto de Anthony and the Johnsons, al que acudieron entre otros Mariscal, La Niña Probeta, Tweety y La Carrington. Intentar plasmar con palabras el cúmulo de pasiones y emociones que este crack alienígena transgénico hallado en los cabarets de La Gran Manzana desató en las dos horas de concierto, carece absolutamente de todo sentido. Baste decir que una parte importante del club ya tiene su entrada para revivir el concierto esta vez en el Kursaal donostiarra (tope charm de lo más cool), y que La Niña Probeta tiene un plan para secuestrar al nuevo rey de la Música para que cante y toque el piano por los siglos de los siglos en la Green Room at Saint Mathew Inn.
El viernes siguiente también aparecía en el calendario con un gran círculo para indicar la celebración de la Primera Velada de La Maison du Lotus, prolongación empresarial de La Little Vietnam. Marco Polo se ha propuesto acabar con los problemas de desamor en la city, así que con la ayuda de tres busconas de tomo y lomo – Kakatua, Mariscal y La Carrington – y la inestimable colaboración de Marisol Liu en los fogones, ha puesto en marcha el proyecto “cena entre desconocidos que lo mismo alguno te hace tilín y lo mismo no surge el amor, pero un buen casquete te echas”. La velada contó con dos de los miembros solteros del club más solicitados: Tunafish y Electroscotch, que dejaron el pabellón muy alto. En líneas generales la velada concluyó con gran éxito, mucho buen rollo, copas por doquier y una constatación: el rollo hetero soltero está fatal, durísimo, dificilísimo, es más fácil encontrar un talibán en un vuelo de PanAm que un macho hetero soltero en Madrid. Los que no están pillados han decidido que van a intentarlo en otra liga. Y con este panorama, luego nos sorprendemos de los extraños comportamientos de algunas de nuestras solteras heteras más próximas. Todo el mundo atento al desarrollo de la Primera Velada Gay.
Así llegamos al sábado, y qué mejor para evitar la marabunta humana que en tal día inunda calles y plazas, terrazas y bares, que hacer una íntima barbacoa en la infrautilizada terraza de Saint Mathew Inn. El problema habitacional surge cuando la intimidad de la barbacoa se extiende a 30 hooligans de la cerveza y la morcilla, agitados y animados por la recién descubierta vocación DJ-Gogó de La Tarzana (la que un día fue tímida). Calvin D’Orbe, La Niña Probeta, Tweety, Mariscal y La Seca, además de permitir a La Tarzana convertir la a-priori tranquila reunión en un auténtico fiestón outdoor, desplegaron toda su hospitalidad de oro, y agradecidas y emocionadas solamente pudieron decir, gracias por venir….
Ese fin de semana en cuestión, un reducido núcleo del club, hizo saltar por los aires el consabido días de mucho vísperas de poco, pues Tunafish, La Niña Probeta, Kakatua y La Carrington enviaron tono politono “peluca” al 888, se plantaron modelazo y directos a la fiesta En Plan Travesti, esa mezcla de feísmo y petardeo, llena de imposibles mujeres como la Jorja, Susi Pop o Agnes La Sucia, que al besarlas aflora espontánea la exclamación “¡rasca mamá!”. Allí, se unieron a la Tesorera del Club de Fans de Fati Glamour y familia, para no perder detalle de la actuación estelar de Chico y Chica, principal reclamo de la noche. Y como el club es muy de estar en el stage y en el backstage, tardaron poco en acabar en lo más alto rodeados de todo el showbizz freaky travelón, con la Diosa Olvido aplaudiéndolos a rabiar, su advenedizo marido convirtiéndose en superamiga de ellos, y Vampirella dándoles consejos de lo más variado. Pero un momentazo tan cósmico no puede terminar de golpe, sobre todo cuando la Colbyco no te espera al día siguiente. Ese fue el sentir generalizado de la concurrencia, que entonó el “a mi casa no” en tanto una larga procesión de pelucas, boas, taconazos serpenteaba Gran Vía arriba en dirección al Weekend, que se convirtió en una prolongación de EPT. Y es que a estas ratas quién las mata, sobre todo a Kakatua y a La Carrington, que no a gusto con cerrar también el Weekend, decidieron adentrarse en el misterioso mundo del afterhours dominical y así experimentar qué se siente cuando uno se cruza a la salida de un club con una ciudad entera que se dirige con cara de lunes a su trabajo. Nunca más vigente aquel Madriz me mata.
La semana transcurrió llena de los más diversos y variados acontecimientos de la más diversa índole, pero que todos ellos acaban antes o después del mismo modo: terraza y cerveza (por cierto, ¿cómo no hemos dedicado aún una crónica elegíaca a la cerveza, ese maltratado líquido revitalizante que llegando mayo se convierte en el sustento alimenticio casi único de algunos de los miembros del club, como La Niña Probeta o La Carrington, y que se diga en el idioma que se diga – beer, birra, bier, pivo, cerveja… - suena también?). Estas reuniones que hacen sin duda alguna el transcurso de la semana más dulce y célere, pueden suponer un doloso y oneroso problema cuando se conjugan dos circunstancias: Individuo X se queda un poco más con Electroscotch + Individuo X a la mañana siguiente tiene que coger un avión. ¡¡Qué suerte, Tweety, que la línea Madrid-Budapest tenga más frecuencia de la que cabría pensar!!
Ya el viernes, la terraza con mejores vistas y camareras más tordas de Los Austrias, acogió un nuevo meeting del club, rindiéndose al mencionado culto a la cerveza, al veraniego culto al mojito, y al siempre presente culto al gintonic en vaso ancho. Tras este deleite sensorial, algunos intrépidos como Tunafish, Cleo Bowles, Electroscotch o Bambolo, este último por una vez fuera de la guarida balcánica, cumplieron fielmente con la visita semanal al clubdelochoymedio. Allí se encontraron con Kakatua y La Groove Armada, dispuestas a superar sus desgarrones afectivos dándose al placer del baile y quién sabe si también del roce carnal. Es lo que tiene el club, que cuando se marca un objetivo, nada le desvía de éste, y de eso la que más sabe es la Bowles, que también llevaba tatuado en la frente “de perlas”.
Y el sábado no pudimos ver a Sofía Loren, pero debió ser la única que se perdió el desfile de La Casta y Malas Lenguas en unas recónditas catacumbas medievales (el éxito de un desfile radica incluso en la originalidad del setting), porque el resto del club casi al completo, incluyendo a la hermana del Mariscal llegada de Prusia para discutir con éste el reparto de un castillo del XVII fruto de una herencia, se acodó frente al catwalk para no perder detalle de las últimas y siempre sorprendentes creaciones de los inimitables Madame Bijoux y Su Elfo. Hasta Fati Glamour y el Dalton mayor llegaron a la cita, tras una ligera pérdida del sentido de la orientación.
El aftershow tuvo lugar en ese ensayo de paseo marítimo que se ubica a los pies de la residencia de La Carrington y el que una anciana inca sirve tan deliciosos mojitos. Delicioso anticipo de una jornada dominical en la que unos petardearon, y nunca mejor dicho en La Latina, otros televisionaron la final de Roland Garros frappé en mano, y otros no sabemos qué harían, pero seguro que cualquier cosa menos echar de menos el lunes.
Ay, queridas, así es el anticipo estival, tan placentero y sensorial que hay que dejarse llevar y pedir una caña más. Y con esta filosofía de vida tan llevadera, who’d kill these rats?
Nada que no se pueda superar con un mojito en una mano y unas buenas hawaianas en los pies (tras una buena pedicura), dos de los elementos fundamentales para afrontar las altas temperaturas in a good mood.
La noche siguiente al anuncio del enlace nipo-mormón el club volvió a reunirse para celebrar con el Rubio Vikingo el Aniversario del Lolita. Beverly, Kakatua, La Niña Probeta, Tweety, el Mariscal y La Carrington calzaron taconazo y modelazo para lucir palmito en una de las mayores reservas espirituales del voto de centro-derecha. Voto que se empinó aún más si cabe hacia el centro derecha tras la aparición en ropa de colegiala de la siempre recatada Gauchita, cuyos lametazos a la piruleta crearon en más de uno una extraña envidia hacia el Rubio Vikingo.
El viernes trajo la deserción de una buena parte del club, si bien esta circunstancia no desanimó a algunos de los miembros más fervientes defensores del Friday Night, como Electroscotch y Kakatua, que acabaron secuestrando y arrastrando a Cleo Bowles hasta el mundo del clubbing. Porque hay gente incondicional de la noche, pero es que también hay gente con muy muy poca fuerza de voluntad, eh Cleo??
Y eso que había que prepararse para el sábado y la gran fiesta sorpresa en honor de Le Petit Maistre. Miss Bijoux y Su Elfo, con esa fuerza creadora que les caracteriza se marcaron un tanto jugando a científicos clonadores de seres humanos. La fiesta, además de sorpresa, fue todo un must de la temporada pre-veraniega. La exhuberancia de la flora del ático, la internacionalidad del piscolabis, la heterogeneidad de la concurrencia, y los grados del alcohol formaron un perfecto puzzle que sirvió para demostrar la facilidad del club y su entorno para convertir cualquier ocasión en un auténtico fiestón. Y todo esto mientras Grecia, país que va a dar mucho que hablar en las próximas crónicas, ya veréis, se alzaba con el triunfo en Eurovisión, lo cuál no podía sino ser una señal del más allá.
El “no me lo puedo perder” se impuso, y excepto extrañas ausencias, todo el club se plantó la careta para cantar Cumpleaños Feliz al recién llegado, cuya compañera sentimental cada vez cuenta con más adeptos dado su irresistible charm tan poco frecuente en estos días. Vamos, que parece que nació para desayunar todos los días en Tiffanys.
También hubo post-fiesta, esta vez en El Sol, tras constatar que las hawaianas están reservadas sólo a unos pocos, entre los que no se encuentran los balcánicos porteros de templos de la chonez erasmus como el Palacio de Gaviria o Joy Eslava.
Los pasos de ecuador semanal han comenzado a ser de obligado cumplimiento con la llegada del buen tiempo, pues a un miembro del club que se precie no se le ocurre encerrarse en casa de lunes a viernes tras la jornada laboral, en lugar de pajarear alegremente por las noches capitalinas. Y si además se trata de un MUST en caja alta, cualquier otro plan debe quedar relegado rápidamente. Así ocurrió con el concierto de Anthony and the Johnsons, al que acudieron entre otros Mariscal, La Niña Probeta, Tweety y La Carrington. Intentar plasmar con palabras el cúmulo de pasiones y emociones que este crack alienígena transgénico hallado en los cabarets de La Gran Manzana desató en las dos horas de concierto, carece absolutamente de todo sentido. Baste decir que una parte importante del club ya tiene su entrada para revivir el concierto esta vez en el Kursaal donostiarra (tope charm de lo más cool), y que La Niña Probeta tiene un plan para secuestrar al nuevo rey de la Música para que cante y toque el piano por los siglos de los siglos en la Green Room at Saint Mathew Inn.
El viernes siguiente también aparecía en el calendario con un gran círculo para indicar la celebración de la Primera Velada de La Maison du Lotus, prolongación empresarial de La Little Vietnam. Marco Polo se ha propuesto acabar con los problemas de desamor en la city, así que con la ayuda de tres busconas de tomo y lomo – Kakatua, Mariscal y La Carrington – y la inestimable colaboración de Marisol Liu en los fogones, ha puesto en marcha el proyecto “cena entre desconocidos que lo mismo alguno te hace tilín y lo mismo no surge el amor, pero un buen casquete te echas”. La velada contó con dos de los miembros solteros del club más solicitados: Tunafish y Electroscotch, que dejaron el pabellón muy alto. En líneas generales la velada concluyó con gran éxito, mucho buen rollo, copas por doquier y una constatación: el rollo hetero soltero está fatal, durísimo, dificilísimo, es más fácil encontrar un talibán en un vuelo de PanAm que un macho hetero soltero en Madrid. Los que no están pillados han decidido que van a intentarlo en otra liga. Y con este panorama, luego nos sorprendemos de los extraños comportamientos de algunas de nuestras solteras heteras más próximas. Todo el mundo atento al desarrollo de la Primera Velada Gay.
Así llegamos al sábado, y qué mejor para evitar la marabunta humana que en tal día inunda calles y plazas, terrazas y bares, que hacer una íntima barbacoa en la infrautilizada terraza de Saint Mathew Inn. El problema habitacional surge cuando la intimidad de la barbacoa se extiende a 30 hooligans de la cerveza y la morcilla, agitados y animados por la recién descubierta vocación DJ-Gogó de La Tarzana (la que un día fue tímida). Calvin D’Orbe, La Niña Probeta, Tweety, Mariscal y La Seca, además de permitir a La Tarzana convertir la a-priori tranquila reunión en un auténtico fiestón outdoor, desplegaron toda su hospitalidad de oro, y agradecidas y emocionadas solamente pudieron decir, gracias por venir….
Ese fin de semana en cuestión, un reducido núcleo del club, hizo saltar por los aires el consabido días de mucho vísperas de poco, pues Tunafish, La Niña Probeta, Kakatua y La Carrington enviaron tono politono “peluca” al 888, se plantaron modelazo y directos a la fiesta En Plan Travesti, esa mezcla de feísmo y petardeo, llena de imposibles mujeres como la Jorja, Susi Pop o Agnes La Sucia, que al besarlas aflora espontánea la exclamación “¡rasca mamá!”. Allí, se unieron a la Tesorera del Club de Fans de Fati Glamour y familia, para no perder detalle de la actuación estelar de Chico y Chica, principal reclamo de la noche. Y como el club es muy de estar en el stage y en el backstage, tardaron poco en acabar en lo más alto rodeados de todo el showbizz freaky travelón, con la Diosa Olvido aplaudiéndolos a rabiar, su advenedizo marido convirtiéndose en superamiga de ellos, y Vampirella dándoles consejos de lo más variado. Pero un momentazo tan cósmico no puede terminar de golpe, sobre todo cuando la Colbyco no te espera al día siguiente. Ese fue el sentir generalizado de la concurrencia, que entonó el “a mi casa no” en tanto una larga procesión de pelucas, boas, taconazos serpenteaba Gran Vía arriba en dirección al Weekend, que se convirtió en una prolongación de EPT. Y es que a estas ratas quién las mata, sobre todo a Kakatua y a La Carrington, que no a gusto con cerrar también el Weekend, decidieron adentrarse en el misterioso mundo del afterhours dominical y así experimentar qué se siente cuando uno se cruza a la salida de un club con una ciudad entera que se dirige con cara de lunes a su trabajo. Nunca más vigente aquel Madriz me mata.
La semana transcurrió llena de los más diversos y variados acontecimientos de la más diversa índole, pero que todos ellos acaban antes o después del mismo modo: terraza y cerveza (por cierto, ¿cómo no hemos dedicado aún una crónica elegíaca a la cerveza, ese maltratado líquido revitalizante que llegando mayo se convierte en el sustento alimenticio casi único de algunos de los miembros del club, como La Niña Probeta o La Carrington, y que se diga en el idioma que se diga – beer, birra, bier, pivo, cerveja… - suena también?). Estas reuniones que hacen sin duda alguna el transcurso de la semana más dulce y célere, pueden suponer un doloso y oneroso problema cuando se conjugan dos circunstancias: Individuo X se queda un poco más con Electroscotch + Individuo X a la mañana siguiente tiene que coger un avión. ¡¡Qué suerte, Tweety, que la línea Madrid-Budapest tenga más frecuencia de la que cabría pensar!!
Ya el viernes, la terraza con mejores vistas y camareras más tordas de Los Austrias, acogió un nuevo meeting del club, rindiéndose al mencionado culto a la cerveza, al veraniego culto al mojito, y al siempre presente culto al gintonic en vaso ancho. Tras este deleite sensorial, algunos intrépidos como Tunafish, Cleo Bowles, Electroscotch o Bambolo, este último por una vez fuera de la guarida balcánica, cumplieron fielmente con la visita semanal al clubdelochoymedio. Allí se encontraron con Kakatua y La Groove Armada, dispuestas a superar sus desgarrones afectivos dándose al placer del baile y quién sabe si también del roce carnal. Es lo que tiene el club, que cuando se marca un objetivo, nada le desvía de éste, y de eso la que más sabe es la Bowles, que también llevaba tatuado en la frente “de perlas”.
Y el sábado no pudimos ver a Sofía Loren, pero debió ser la única que se perdió el desfile de La Casta y Malas Lenguas en unas recónditas catacumbas medievales (el éxito de un desfile radica incluso en la originalidad del setting), porque el resto del club casi al completo, incluyendo a la hermana del Mariscal llegada de Prusia para discutir con éste el reparto de un castillo del XVII fruto de una herencia, se acodó frente al catwalk para no perder detalle de las últimas y siempre sorprendentes creaciones de los inimitables Madame Bijoux y Su Elfo. Hasta Fati Glamour y el Dalton mayor llegaron a la cita, tras una ligera pérdida del sentido de la orientación.
El aftershow tuvo lugar en ese ensayo de paseo marítimo que se ubica a los pies de la residencia de La Carrington y el que una anciana inca sirve tan deliciosos mojitos. Delicioso anticipo de una jornada dominical en la que unos petardearon, y nunca mejor dicho en La Latina, otros televisionaron la final de Roland Garros frappé en mano, y otros no sabemos qué harían, pero seguro que cualquier cosa menos echar de menos el lunes.
Ay, queridas, así es el anticipo estival, tan placentero y sensorial que hay que dejarse llevar y pedir una caña más. Y con esta filosofía de vida tan llevadera, who’d kill these rats?
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