De nuevo nos enfrentamos a una crónica quincenal, y no tanto por falta de inspiración literaria o apatía pre-navideña, sino porque… y aquí agarraos los machos o en su defecto el bolso de Dior, la pitillera Montblanc, la botella de Chivas, el nuevo I-POD o cualquier otra cosa de valor que tengáis a mano, EL VIERNES 5 DE NOVIEMBRE NO FUE NADIE AL OCHOYMEDIO. Y así, es harto difícil hacer una crónica que lleva por título el nombre de tan excelso lugar.
Semejante despropósito debería hacernos reflexionar sobre el sentido de nuestras vidas, dónde vamos y de dónde venimos, qué estamos haciendo con nuestra juventud y mil preguntas más de difícil respuesta que cada uno deberá preguntarse a sí mismo en acto de contrición (con flagelación a ser posible).
Corramos por tanto tupido velo sobre ese fin de semana en cuestión, si bien cabe mencionar que algunos de los más aguerridos miembros del club como Marco Polo, Kakatúa y Tunafish llevaron a cabo la ardua tarea de descubrir si hay vida (interesante) el Saturday Night. Y parece que sí que va a haber: el Coppelia está tomando posiciones para convertirse en la hermana sabadera del clubdelochoymedio. Habrá que lucir palmito un sábado de éstos para cerciorarse.
Pero lo que realmente importa aquí es el last weekend, tan anhelado y esperado por casi todos y tan lleno de emociones fuertes como para escribir kilo y medio de crónicas (lo cual no haré porque la Colbyco absorbe demasiado tiempo y energía).
Basta recordar que el viernes, después de una agotadora jornada de interiorismo guatequil, la recompensa que esperaba al club era jugosa: las sesiones especiales de Nacho Canut y de Mario Vaquerizo en el clubdelochoymedio. La elegancia y saber hacer en los platos de Nacho dieron paso al desenfreno cañero y hasta cierto punto chochi de Mario. Y aunque todos sabemos que la artista es su mujer y que él es un aprovechado y un advenedizo, no hay que restar méritos a alguien capaz de que punkis, modernos, heavies y hasta Tunafish bailen al unísono clásicos del imaginario colectivo tan inclasificables como Duro de Pelar de Rebeca, tu mejor amiga, o Loca de Malena Gracia. Por no hablar del que sin duda será el próximo hit en los clubs capitalinos menos acomplejados: Nancys Rubias.
La noche también supuso la vuelta a los ruedos de Calvin D’Orbe, que tras su terapia rehabilitadota había dejado un poco de lado la vida nocturna y su carnet de miembro pendía de un hilo. También fulgurante fue la presencia de La Tarzana Vizcaína (la artista, no la vergonzosa), tan adaptable como siempre a cualquier circunstancia, si bien los que dieron el callo hasta el final fueron Tunafish y La Carrington, que no bailaron la polka porque no la pusieron.
El resto del club causó baja si bien queda justificado porque era del todo necesario coger fuerzas para el gran acontecimiento del otoño: La Fiesta Anual de San Mateo con el glamouroso tema: Epaña, qué hermosa eres!!!
La Niña Probeta, el Mariscal, Marisol Liu, Calvin y La Seca, ayudados por la siempre brillante Miss Bijoux y algún que otro voluntario más, desplegaron su talento y su laboriosidad para convertir su residencia habitual en un onírico viaje en Metro con estaciones tan sugerentes como Madrid Kapital, La Verbena, España Cañí o Devoción. No faltaron en el atrezzo las míticas morcillas, la gitana de Chiclana, los tapetes en los sillones y los tan españoles botijos.
Así dio comienzo uno de esos fiestones por los que merece la pena estrujarse un poco el seso y lanzarse de lleno al mundo de la farándula aunque sea por un día. Y aunque era necesario un IQ de superdotado para entender una gran parte de los disfraces, a todos llenó de gran satisfacción comprobar que la creatividad, el ingenio y la inventiva tienen amplia cabida en nuestras vidas.
La cabra, la cabra, la puta de la cabra (de la Legión), esta muralla de Ávila que se me clava, esta careta de Gran Canario que no me deja beber, estos tacones de la Industria del Porno contra la energía nuclear que no me dejan bailar bien, esta tiara de Papa Luna que se me cae, este traje de Sor-ia que me da mucho calor, aguantaré toda la noche con estas ensaimadas de fallera mayor en cada oreja, haberte puesto unos bolos en la cintura que son más cómodos, de verdad que no parezco un percebe gallego, me estás poniendo el suelo lleno de Perejil, Cándido ha resucitado y sigue troceando cochinillos pero de peluche, dame un CV del Concejal de Turismo de Lanzarote, toma tú una za-mora que están buenísimas, viva la Blanca Paloma y todo su cortejo, Don Celedón me ha tirado la copa encima, a mí me ha pisado Dalí, cuidado con la fan de Bustamante que se ha pimplado una botella de ponche, pues a mí me pone el mono de Gibraltar… frases gloriosas para una noche gloriosa. Y larga muy larga. Tan larga como para ver extrañas mutaciones del tipo: la Isla del Hierro se pone peluca hippy ibicenca y se introduce salchicha de Frankfurt de alemán tostado en Mallorca por el canalillo o Logroño actualiza su disfraz con taconazos de Cáceres y gorro de meiga orensana a la vez que se bebe el aceite de oliva de Miss Jaén. Flashes surrealistas, pinceladas de esa España profunda que hacen hoy más vigente aquello del Spain is different.
Y como también es muy español el rollo de las exclusivas de los famosos, si no querías taza, taza y media: boda y preñez. Dos bombazos informativos de primera magnitud, que contribuirán a que el 13 de noviembre sea recordado por mucho tiempo. ¿Estaremos próximos al alumbramiento de un nuevo miembro del club? ¿Habrá próximamente un desplazamiento masivo del club a tierras euskaldunes esta vez con traje de ceremonia? Tendremos que seguir enganchados a la crónica para dilucidar estos enigmas.
Mientras tanto, siempre nos quedará París (ya sólo quedan 9 días, lobonas).
16.11.04
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2 comentarios:
pues venga cari, que así vas a ver qué completita va a quedar el weblog!!
Hidden Man, no te preocupes por la ausencia de la navaja albaceteña en el relato, porque todavía están por colgar las fotos, así que aparecerá gráficamente en algún momento.
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