11.1.05

CRÓNICAS DEL OCHOYMEDIO 12 - POR UN 2005 LLENO DE GLITTER A GO GO

Madre del amor hermoso, qué viaje tan horroroso: francamente, queridas, la travesía navideña ha sido agotadora, pero thanks god ya todo quedó atrás y poco a poco nos incorporamos a la rutina cotidiana en la que no tienen cabida ni el espumillón (hasta la propia palabra es chona que te mueres), ni las pelucas de la Plaza Mayor ni los peces en el river.

Este sentimiento antinavideño contrasta con una inusitada ilusión por este recién estrenado año, y por si alguno de vosotros albergaba la pérfida esperanza de que La Carrington se hubiese atragantado y asfixiado con un mazapán durante estas fiestas o que el tsunami le hubiese pillado en su isla privada de Phuket, y por ende alguno de estos telenovelescos sucesos hubieran tenido como consecuencia la disolución del club, pues que se vaya haciendo a la idea de que nada más lejos: 2005 es el año del clubdelochoymedio, el año de su consolidación, de su apogeo, de su cénit... y si no, tiempo al tiempo.

Como muestra, un botón. El club ha vivido en un continuo frenesí social estas últimas semanas, con algunos momentos inolvidables como la noche del 22 de diciembre, fecha que tradicionalmente da la señal de salida a la Navidad y que si bien no trajo una lluvia de millones al club, tampoco cercenó sus ganas de divertirse: las puertas del ochoymedio se abrían de manera extraordinaria aquella noche y con Jesús Ordovás a los mandos de la cabina. ¿Cómo no iba a acudir una nutrida representación a darlo todo y demostrar que empezar un fin de semana el miércoles no tiene ningún misterio? Aquello se prolongó en El Sol, tan friendly y guiri como en sus años gloriosos. Y las consecuencias fueron de lo más diversas: mientras Electroscotch perdía no uno sino dos aviones, La Niña Probeta, Calvin D'Orbe y La Carrington entablaban amistad con Starsky & Hutch, e incluso les invitaban a pasar la noche en casa para conocer a La Seca.

La noche del jueves también estaba bien marcada en el calendario: La Gauchita celebraba su cumpleaños en compañía de su Rubio Vikingo, y a pesar de que algunos señalados miembros ya habían empezado a protagonizar su particular versión del spot de El Almendro (..a casa vuuuelveee...), a la cita no faltaron otros como The Enemy, Marco Polo, Marisol Liu, Ataturk y hasta La Carrington y Kakatua estrenando su DeRodríguez Holy Week. De la homenajeada qué podemos decir que no sepáis a estas alturas: que J Lo, Shakira e incluso Sinitta morirían de envidia cochina ante su dominio del tacón de aguja, los ojos pintados, tres kilos de rimmel... uy, qué me voy qué me voy.

Pasadas las poco saludables y opíparas citas de Nochebuena y Navidad, comienzan los preparativos para que la última noche del año se revista de glamour y buen rollo, y no acabe siendo el consabido dislate de confetti, melopea inhumana y medias con carreras como los Campos Elíseos.

La Little Vietnam fue uno de los escenarios escogidos para dar la bienvenida a este estupendo, insisto, nuevo año. Allí entre otros se citaron Miss Bijoux, Su Elfo, Cleo Bowles, Tweety, Ataturk, Marisol Liu y Bambolo, gracias a la hospitalidad de oro de Marco Polo, que fiel a su espíritu cosmopolita y viajero contó también con invitados de múltiples capitales europeas como Londres, Barcelona, Stuttgart o Nápoles. Sí, no os equivocáis, también estuvo allí straight from Naples la Diabólica Hermana Manrique, a la que alguien con buen criterio definió en el programa Hola Raffaella como una zambomba cuando le preguntaron "si fuera un artículo navideño?".

Mientras esta iconexa pero cómica Torre de Babel se iba fraguando, otros cuatro insignes miembros del club recibían el año a orillas del Tajo, y no precisamente en Aranjuez, sino en la mismísima capital del Portugay. Kakatua, Mariscal, La Carrington y el Caballero Teutón (tras su viaje a Alemania para organizar la 1ª Exposición de Cagonets Ibéricos) lucieron sus mejores prendas y su pedrería más fina incrustada hasta en las corbatas, para celebrar el Año Nuevo en compañía de los Senhores de Ribeiro en el restaurante más chic de todo el Bairro Alto. Y como allí eran bienvenidos todos, pronto se vieron rodeados de ilustres abogadas homotérmicas, egiptólogas salidas, prólijos herederos divorciados, retiradas azafatas del un,dos,tres ahora reconvertidas en lunnis y hasta de La Seca y su chico, para acudir a Incognito, respetable hermano lisboeta del clubdelochoymedio.

Y como la hospitalidad también es de oro en aquel extremo de la Península, nuestros amigos tuvieron el placer de acudir el día de Año Nuevo a la recepción en la residencia de la Baronesa de Alvalade para brindar por el año entrante con cava y marisco, ocultando con destreza las cataplasmas debajo de los tocados de plumas, y sin muestras evidentes de la ingesta industrial de analgilasas apenas realizada.

Ya metidos en 2005, ese trepidante año lleno de expectativas, la primera gran cita para el album de fotos fue la Noche de Reyes, tan mágica como de canis y para la cual el club y sus allegados más cercanos se reunió en un restaurante al sur de la Gran Vía. La convocatoria organizada por la Bowles fue todo un éxito y las bajas se contaron con los dedos de una mano. Fue el momento elegido por algunos de los miembros que menos se han prodigado en estas fechas par hacer su reentré siguiendo los destellos de la Estrella de Oriente, como el 50% de las Killer Neomammas, La Groove Armada o Le Petit Maistre.

La cena tuvo como colofón la tómbola germana dirigida por el Mariscal para repartir los regalos de Reyes, una ocasión de oro como la hospitalidad para descubrir la cantidad de cosas tan bizarras que rondan por nuestras casas, como calendarios imposibles, camisas de la Península del Labrador, discos de folklore profundo, perfumes antediluvianos, agendas casposas y un largo etcétera que contribuye a consolidar muchas tesis del psicoanálisis freudiano y que confirma una realidad como un Bulgari de grande: que el club es ante todo iconoclasta con tendencia al paroxismo.

En fin, my dearies, que aunque Prada, Gucci o Exté son casi sinónimos de felicidad, el Todo a 100 tampoco nos deja indiferentes, y si no preguntad al Caballero Teutón por sus hábitos consumistas y no saldréis de vuestro asombro.

Pero la felicidad también se consigue de otras formas, como acudiendo al concierto de REM, con el que la Bowles, Ataturk y La Carrington daban por concluido el periplo navideño, y sobre todo acudiendo al clubdelochoymedio cada semana, y eso que el último viernes la Bowles se ganó el cielo siendo la única representante del club en la primera sesión del año. No obstante 2005 aún está en pañales y hay margen de maniobra para corregir rápidamente esta tendencia, así que id pensando en el próximo viernes y en el modelazo de las rebajas a estrenar para la ocasión.

Y sobre todo recordad que la felicidad, más que un estado emocional, es un propósito mental de ejercicio diario, por lo que hay que tener el chip bien programado para intentar que en 2005 impere el travestismo radical, el loquenotedasteloquitas y andeyocalienteríaselagente. Por eso desde aquí deseamos que ya estéis ensayando como posesas para la Gran Fiesta Playback Anual del próximo 22 de enero, reservando vuestras entradas para el concierto de Glamour to Kill del próximo día 19, o pensando en cualquier otra actividad susceptible de arrojar algo de glitter sobre esta vida tan llena de tsunamis reales y figurados.

Que no haya que encomendarse a San Casimiro tan pronto. Porfaplis.

P.S.: Mucho glitter y un fuerte abrazo muy especial desde esta columna semanal para Bambolo y Tweety: el club está con vosotros de manera incondicional.

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